Para consumir nuestro jamón ibérico siempre con la mayor garantía de calidad debemos tener en cuenta una serie de recomendaciones para su conservación. En este artículo vamos a explicarte la mejor manera de conservarlo.
Muchos consumidores cometen pequeños errores, que son muy comunes y que pueden echar a perder un jamón de gran calidad, como los jamones que vendemos en El Extremeño. Desde guardarlo en un lugar poco apropiado para su conservación hasta olvidarnos de protegerlo cuando hemos terminado de cortarlo.
En función de si vamos a conservar un jamón un tiempo sin empezarlo o decidimos cortarlo y guardarlo una vez empezado, será necesario seguir unas pautas u otras.
Conservar un jamón en perfecto estado
Si estás pensando en comprar un jamón ibérico y guardarlo para una ocasión especial, puedes mantenerlo en casa durante dos o tres meses y se seguirá conservando en perfecto estado.
Para su conservación, lo primero que debemos hacer es extraer el jamón del envoltorio con el que nos lo traemos de la tienda para que pueda respirar. De esta manera, evitaremos la creación de moho. Aunque queremos explicaros que el moho es parte del proceso de curación del jamón, ya que es la manera natural de expulsar la humedad de su interior.
Si llegamos a encontrarnos moho en nuestra pata de jamón no debemos alarmarnos, es suficiente con limpiarlo bien con un trapo y frotar el jamón con su propia grasa.
También debemos elegir una zona de la casa que disponga de un lugar fresco y seco para colgar nuestro jamón ibérico, donde no le pueda dar la luz del sol y no haya grandes cambios de temperatura. Es clave mantener nuestro jamón a una temperatura de entre los 10 y 15ºC grados para su mejor conservación.
Conservar un jamón una vez empezado
Con nuestro jamón empezado hay que tener presente varios aspectos para que se mantenga en perfectas condiciones a la hora de guardarlo y nos dure el máximo tiempo posible.
Cuando esté el jamón cortado, en El Extremeño aconsejamos mantenerlo en nuestro jamonero, siempre en un lugar seco y lejos de cualquier fuente de calor. El paso del tiempo hace que nuestro jamón vaya perdiendo propiedades y, por lo tanto, una vez realizado el primer corte, lo mejor es consumirlo lo antes posible. Nuestra recomendación es que no transcurra más de un mes para su consumo completo.
La estación del año en la que consumamos el jamón es otro factor importante a tener en cuenta. La pieza no se conservará igual en los meses de verano que en invierno. Al tratarse de un producto muy delicado e influyente con los cambios bruscos de temperatura, es de vital importancia mantenerlo siempre en un lugar donde no se vea afectado por las altas temperaturas.
Por otro lado, hablando del momento del corte en el jamón, comenzaremos el corte por la parte más alta, denominada “maza”, y quitaremos la cantidad justa de grasa para que el jamón se mantenga en las mejores condiciones. La grasa ayuda a conservar la humedad natural de la carne y sirve de protección para el jamón, además de mantener su sabor. Si nos excedemos cortando la grasa de los laterales dejaremos a nuestro jamón totalmente desprotegido, y como consecuencia terminará por secarse mucho más.
Respecto a la grasa del jamón, lo mejor es no utilizarla para taparlo, ya que esta tiende a enranciarse y le aportará malos olores, afectando también a su sabor.
Desde El Extremeño recomendamos cortar el jamón ibérico conforme vayamos consumiendo las lonchas en el mismo momento, ya que cuando el jamón está recién cortado es cuando mejor se puede apreciar su sabor. Igualmente, es posible dejar cortado parte del jamón, y guardarlo para consumirlo en otro momento. Pero siempre debemos guardar las lonchas de jamón en sobres envasados al vacío para que su conservación sea la mejor.
Cómo tapar el jamón empezado
Una vez expuestas las precauciones necesarias para la conservación del jamón empezado, ahora hablaremos sobre cómo tapar el jamón una vez abierto. Este punto es uno de los más importantes, ya que repercute directamente en la conservación del estado del jamón y evita que éste se reseque, le cambie el sabor o incluso pierda sus cualidades. Aquí es dónde más se suele dudar en qué método emplear y dónde se suele cometer los errores.
En charcutería El Extremeño entregamos las piezas de jamón o paletillas enteras con una malla diseñada para ayudar a proteger el jamón, una vez empezado. En este sentido, recomendamos aplicarle a la parte del jamón que queda expuesta un poco de aceite de girasol (de oliva no porque es demasiado agresivo y dañaría el sabor del jamón). Otra opción para tapar el jamón sería con un trapo de algodón. Así conseguiremos mantenerlo protegido del exterior y también de cualquier insecto, hasta que llegue el momento de volver a consumirlo.
Todo son ventajas al disponer de un jamón en nuestra casa. Se acabaron las excusas a la hora de decidir si comprar o no una pata de jamón. A partir de ahora ya pueden disfrutar de su jamón ibérico sin miedo a que se estropee o a que pierda su delicioso sabor con el paso del tiempo.
Estamos convencidos de que siguiendo todos nuestros consejos y recomendaciones podrá degustar un jamón de primera calidad, con el mismo sabor y textura del primer día.
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